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Las señales del Mundo

Elavalo estaba feliz de ver como llegaban y llegaban nuevos Bodhisatvas al mundo. Era el tiempo indicado, el tiempo acordado, el tiempo preciso, justo y previsto desde hace milenios. Cada uno había hecho un plan específico del área de colaboración, sanación o equilibrio del planeta y las personas en el que querían participar.

Sucedía que hace unos doce mil años, la humanidad había alcanzado un nivel global de consciencia muy avanzado, tanto en lo social, como en lo tecnológico, en lo artístico y lo espiritual. Pero, como suele suceder a lo largo de la historia en esta escuela tan hermosa, contrastante e intensa que es la tierra, algunos perdieron la perspectiva y la sabiduría, se dejaron perder en la seducción de su propia tecnología, en la sensación de poder que les proporcionaba y en su capacidad de influir en los demás. No fue en realidad por maldad intrínseca de la mayoría, aunque seguro algunos de ellos se dejaron arrastrar por la oscuridad.  El caso es que esa difícil y peligrosa combinación de elementos se les salió de las manos y un mal día, causaron una catástrofe que casi acaba con la humanidad.

Las consciencias más avanzadas entendieron que aún no era el tiempo para actuar con todo el potencial humano, tanto en el ámbito de la razón, la sociedad o la ciencia, había que dejar pasar el tiempo, primero, para la recuperación de la catástrofe, después para que los sobrevivientes desarrollaran nuevas culturas y civilizaciones con diferentes experiencias -pero con una raíz común, indudablemente-.  Consideraron que sus servicios serían útiles solo ocasionalmente, así que sortearon sus visitas al planeta en momentos claves para ir dando dirección a este proceso. Solo cuando las condiciones fueran óptimas retornarían todos. Mientras tanto, dedicarían sus esfuerzos en otros mundos que requerían su sabiduría y sabrían aprovecharla o para evitar catástrofes similares.

Y ahora todos estaban regresando a la tierra !  Era el tiempo acordado, las señales eran inobjetables:

  • Crisis globales de todo tipo
  • Una civilización en la cúspide tecnológica, pero con unos pocos dementes que la utilizaban de la peor manera, acercándose nuevamente a una catástrofe.
  • Una tecnología que conectaba todo el mundo, haciendo patente que son una sola humanidad.
  • Y sobre todo, miles de Bodhisatvas aterrizando en el planeta.

Elavalo empezó a encontrárselos por todos lados, hombres y mujeres dedicados con pasión, carisma, amor y consciencia para cumplir su pacto de aprovechar el momento cúspide y no permitir una nueva catástrofe.

El caso más reciente era el de Greta, y era conmovedor, pues empezó su trabajo a los 15 años y con un impacto inusitado. Pero eran cada vez más y cada vez más jóvenes. Elavalo, estaba seguro que esta vez lograrían cambiar el curso de la historia que tiende a la oscuridad, para avanzar finalmente al siguiente nivel de consciencia planetaria.Y redobló esfuerzos sin angustia, siempre feliz, siempre cantando…